Cualidades que todo buen arquitecto de información debe tener
¿Cuáles son las características en la personalidad de un determinado profesional para que lo cualifique a la hora de realizar una buena Arquitectura de la Información?
1. Empatía hacia las necesidades del usuario
A veces pecamos de empáticos en cuanto no lo somos, caemos en creer cuales son las necesidades del usuario sin haber lo entrevistado y sin tener en cuenta los datos analíticos. – Podría decir que mi nivel de empatía va relacionado con nivel de horas que se dedica a un proyecto, la profundidad de estudio y observación que se pueda hacer al usuario final y cliente –
En algunos proyecto la ‘empatía’ digamos lo así, se basa en dirigir a un usuario a realizar una acción determinada, por ejemplo; hacer una compra de forma satisfactoria, dirigiendo al usuario a que compre lo que deseamos y además que compre más, no obstante debemos no abandonar en ningún momento el concepto ‘crear una buena experiencia’ con una buena navegación ‘principio AI’ y un buen contenido.
2. Lenguaje y dotes de comunicación
Es cierto que si se trata de un proyecto para un tipo de usuario convencional, es decir con un vocabulario no específico o técnico, no tendría ningún problema en segmentar mediante tendencia de búsqueda, (Google Trends) en navegadores a este tipo de usuario, estudiando que palabras utiliza para buscar qué, dado un contexto, por ejemplo: usuarios que desean realizar una compra de zapatillas,
Ahora viene, la cosa se complica cuando se trata de usuarios nicho o especializados donde utilizan una taxonomía muy concreta. Por ejemplo: Médicos que buscan un componente de un medicamento. Aquí es donde verdaderamente necesitaría ayuda de los diferentes roles para poder comprender su comunicación y por lo tanto me resultaría mucho más complejo incrementando mi esfuerzo y tiempo.
3. Capacidad de síntesis, estratega
La capacidad de síntesis claramente es un punto débil para todo arquitecto de información o por lo menos una tarea ardua, si no se cuenta con una buena toma de contacto con él usuario, sobre todo si hablamos de una cantidad de información muy amplia, decidir qué es lo más importante puede ser toda una aventura.
Lo ideal para el etiquetado sería poder contar siempre con un pequeño ‘cardsorting’ para clasificar el contenido e intentar hacer un buen árbol de contenidos, estudiar qué lenguaje y tono debe utilizarse para crear más impacto. una herramienta ideal para esta tarea es Optimal workshop.
4. Pasión por el detalle
Ir de lo global al detalle, es complicado sobre todo si hablamos de multidipositivos, yo personalmente no estoy a favor de ‘mobile first’, prefiero poner todas las cartas sobre la mesa y de ella ir acotando al mínimo común denominador lo que verdaderamente es importante para el usuario y lo que permite ‘la mesa’, la pantalla del dispositivo.
Si entramos en temas estéticos claramente me gusta que todo este alineado y con una calidad visual, todo ello unido a una buena AI.
5. Objetividad y subjetividad
Muchas veces pecamos de como bien dice Donald Norman en su libro ‘Psicología de los objetos cotidianos’ de creernos usuarios y creer realmente qué es lo que necesita el usuario y lo que resulta sencillo para él. No voy a negar que en algunos proyectos haya llegado a conocer tan bien el prototipo que me parecía el más fácil y optimo del mundo, luego claro venía el usuario y no le parecía tan sencillo…
Es verdaderamente complicado entrar en un prototipo que has hecho y verlo con ojos nuevos. No obstante intento hacer la lista de las tareas que debe o puede realizar el usuario y preguntarme objetivamente;
• ¿Es fácil de encontrar y de realizar la tarea?
• ¿Se puede llegar a las tareas por varios caminos?
• Si por el contrario se trata de procesos guiados ¿son claros, cortos y comprensibles?
• etc…
Conclusión
En conclusión, para realizar una buena Arquitectura de la Información, se requieren varias características en la personalidad de un profesional. En primer lugar, la empatía hacia las necesidades del usuario es fundamental, aunque es importante evitar caer en suposiciones y basarse en datos analíticos y entrevistas con los usuarios. Además, el profesional debe poseer habilidades de comunicación y dominio del lenguaje, adaptándose tanto a usuarios convencionales como a nichos especializados, lo que puede requerir la ayuda de expertos en diferentes campos.
La capacidad de síntesis y ser un estratega es otro aspecto relevante para un arquitecto de información. La tarea de organizar grandes cantidades de información puede resultar desafiante, por lo que es útil realizar actividades como el etiquetado y el uso de herramientas como Optimal Workshop. Asimismo, la pasión por el detalle es importante para garantizar una experiencia coherente y de calidad, tanto a nivel estético como en la funcionalidad en diferentes dispositivos.
Por último, es esencial ser objetivo y subjetivo al mismo tiempo. Aunque se debe comprender y conocer al usuario, es importante cuestionar la facilidad de uso y la claridad de las tareas desde una perspectiva externa. Preguntas como la accesibilidad, la variedad de caminos para llegar a una tarea y la comprensibilidad de los procesos guiados son cruciales para garantizar una experiencia óptima para el usuario.
En resumen, un profesional de la Arquitectura de la Información debe ser empático, poseer habilidades de comunicación, ser un buen estratega, tener pasión por los detalles y ser capaz de mantener un equilibrio entre objetividad y subjetividad. Estas características, combinadas con un enfoque centrado en el usuario y la utilización de herramientas adecuadas, contribuirán a la creación de una buena Arquitectura de la Información.
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