Desafíos del diseño centrado en el usuario

La evolución del diseño y la experiencia del usuario ha experimentado cambios significativos a lo largo del tiempo. En el pasado, las empresas creaban productos sin considerar las necesidades del usuario, llevando a un enfoque centrado en la producción y las ventas.

Sin embargo, en los últimos años, la situación ha cambiado drásticamente. Con la llegada de la web 2.0 y las redes sociales, los usuarios han adquirido un mayor poder y voz, y ahora son ellos quienes deciden lo que necesitan, les gusta y rechazan. En este contexto, los diseñadores se enfrentan a desafíos para crear productos y servicios que cumplan con las expectativas y demandas de los usuarios.

En este post, nos centraremos en los desafíos planteados por Donald Norman en su libro «Psicología de los objetos cotidianos» y exploraremos algunos de ellos en detalle. Examinaremos la importancia de dar prioridad a las estéticas en el diseño, la necesidad de comprender el entorno en el que se desenvuelve el diseño, el papel fundamental de entender a los usuarios y sus actividades, y la importancia de formar equipos multidisciplinarios. Además, reflexionaremos sobre la relación entre los clientes y los usuarios finales, y cómo el diseño debe orientarse hacia las necesidades reales de estos últimos.

A medida que nos sumergimos en estos desafíos, podremos comprender mejor cómo el diseño y la experiencia del usuario han evolucionado a lo largo del tiempo y cómo los diseñadores deben adaptarse para crear productos y servicios que generen beneficios sociales y proporcionen experiencias satisfactorias para los usuarios exigentes de hoy en día.

Donald Norman plantea en su libro «Psicología de los objetos cotidianos» los desafíos a los que se enfrentan los diseñadores en su labor. A continuación, se detallan algunos de estos desafíos de manera ampliada.

En primer lugar, Norman destaca la importancia de dar preferencia a las estéticas en el diseño. Ejemplifica esto con la experiencia de dos proyectos de diseño de oficinas, en los cuales se premió a uno por su diseño vanguardista sin tener en cuenta aspectos ergonómicos, mientras que se penalizó a otro que sí consideró la opinión de los usuarios. Esta situación plantea la pregunta de si nos basamos únicamente en aspectos visuales al elegir un diseño, sin tener en cuenta la ergonomía y la usabilidad.

Asimismo, se enfatiza la necesidad de estudiar el entorno en el que se desenvolverá el diseño. Norman menciona el caso de la señalética en un museo de San Diego, donde los carteles eran pequeños y la iluminación inadecuada, a pesar de la belleza del museo en sí. Es fundamental comprender las necesidades principales del usuario y si el diseño cumple con ellas, considerando aspectos como el espacio, la capacidad de uso y la eficiencia.

El diseño debe basarse en el entendimiento explícito de los usuarios, sus actividades y entornos. Es crucial comprender quiénes son los usuarios, qué actividades realizan, cuáles son sus expectativas y qué factores influyen en su percepción del diseño. Para lograr una experiencia óptima, es recomendable crear perfiles de usuarios, analizar escenarios y objetivos, y evaluar si se cumplen las expectativas de los usuarios.

Es importante tener en cuenta que los diseñadores no son usuarios típicos y que su conocimiento profundo del producto puede dificultar la comprensión de los aspectos que pueden generar dificultades para los usuarios. Por tanto, es necesario formar equipos multidisciplinarios que incluyan expertos en diferentes áreas, como accesibilidad, negocios, marketing, programación, sociología y antropología. Además, se debe considerar que los usuarios pueden tener diferentes roles y necesidades, por lo que es fundamental involucrarlos en el proceso de diseño.

Otro aspecto relevante es que los clientes del diseñador pueden no ser necesariamente los usuarios finales. Muchas veces, las preocupaciones del fabricante o de la empresa se centran en los clientes inmediatos y no en los usuarios que utilizarán el producto o servicio a largo plazo. Esto puede llevar a decisiones basadas en reducir costos de producción en lugar de priorizar la capacidad de uso y las necesidades reales de los usuarios.

En resumen, el diseño debe enfocarse en las necesidades y expectativas de los usuarios, considerando aspectos estéticos, ergonómicos y de usabilidad. Es fundamental estudiar el entorno, comprender los comportamientos y necesidades de los usuarios, y formar equipos multidisciplinarios. Además, es necesario involucrar a los usuarios en el proceso de diseño, evaluar y reenfocar si es necesario, y tener en cuenta que los clientes pueden no ser los usuarios finales. El objetivo final es crear productos y servicios que generen beneficios sociales y ofrezcan una experiencia satisfactoria para los usuarios cada vez más exigentes.

 

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